viernes, 17 de noviembre de 2017

Acisclo, Asciscle, Assiscle, Iscle…

San Acisclo y Santa Victoria reciben veneración o dan nombre desde hace siglos a ciudades, pueblos y castillos en el sur de Francia y en Cataluña


San Acisclo y Santa Victoria, patronos de Córdoba y de su diócesis, dan nombre —juntos o por separado— a varias instituciones, calles y empresas de nuestra ciudad. Sus reliquias, o más bien parte de ellas, se veneran en el relicario de plata que se custodia en la Basílica de San Pedro.

Hasta aquí, todo normal. Pero es posible que muchos cordobeses ignoren que sus santos patronos, cuyo día celebra hoy de forma oficial sólo la Iglesia local, y con el rango máximo de solemnidad, tienen también lugares con sus nombres en otras partes de España… y de fuera de ella.
Relicario de San Acisclo y Santa Victoria en la Basílica de Saint Sernin (Toulouse)

Relicario de San Acisclo en la Basílica de Saint Sernin (Toulouse)
Relicario de Santa Victoria en la Basílica de Saint Sernin (Toulouse)
El pasado verano, en un viaje por el sur de Francia, me llevé una gratísima sorpresa cuando, en la magnífica basílica románica de Saint Sernin, de la ciudad de Toulouse, me encontré hasta tres relicarios donde se veneran reliquias suyas. De golpe recordé que, en el Opúsculo martirial que Antonio Moyano publicó en 1958 (y que se reeditó en 1975 y en 2005), ya mencionaba que la mayor parte de los restos de los patronos de Córdoba se trasladaron en la Edad Media a la ciudad francesa, con el fin de evitarles el riesgo de profanaciones por los musulmanes que por entonces gobernaban en el sur de España, y no siempre con la cacareada tolerancia que hoy se repite acríticamente. No son, desde luego, las reliquias de los dos hermanos las únicas que emprendieron viaje al norte: basta citar, por ejemplo, que los restos de San Eulogio de Córdoba se custodian en la catedral de Oviedo o que en Carrión de los Condes (Palencia), un magnífico monasterio gótico, hoy convertido en hotel de lujo, lleva el nombre de otro mártir cordobés, San Zoilo, porque en la iglesia de dicho cenobio se conservan parcialmente sus restos.

El dato de que las reliquias de San Acisclo y Santa Victoria lo tomó sin duda Moyano del Catálogo de los Obispos de Córdoba y breve noticia histórica de su Iglesia Catedral y Obispado, de Juan Gómez Bravo (1778), pero no sabemos de dónde, a su vez obtuvo este autor la noticia del paradero de esos restos. El hecho es que en la cripta-ábside de Saint Sernin de Toulouse se exhiben en lugar de honor los tres relicarios citados: uno en forma de arca, situado en una hornacina del ábside, y los otros dos con forma de busto de los dos santos, emplazados en el corazón de la cripta. Hay que decir que la basílica de Saint Sernin contiene una amplia colección de reliquias de santos de las más diversas procedencias, y fue desde la Edad Media destino de peregrinaciones multitudinarias.

Llevado por la curiosidad, tras el hallazgo de Toulouse, he puesto los nombres en francés de los dos santos —«Saint Asciscle et Sainte Victoire»— en los buscadores de internet y me he encontrado con bastantes localizaciones, todas ellas próximas entre sí: en Francia en el departamento de los Pirineos Orientales, en le región (que fue española durante siglos) del Rosellón, y también en en Cataluña, sobre todo en las provincias de Gerona y Barcelona.

Pirineos Orientales

Por ejemplo, en Angoustrine-Villeneuve-des-Escaldes, una pequeña población del departamento de los Pirineos Orientales, lleva su nombre una iglesia de estilo románico que, según Wikipedia, aparece mencionada ya en 1249. En el mismo departamento, varios pueblos más tienen iglesias con sus nombres: en Sorède hay una iglesia de «Saint Asciscle et Sainte Victoire», erigida inicialmente en 1051 pero reconstruida en varias ocasiones, otra de «Saint Asciscle» en la aldea de Trouillas, también de antiguo origen medieval, y finalmente una más en Mudaison, que lleva el nombre de los dos hermanos mártires y de la que el único dato que hemos podido recabar es que se empezó a construir en el siglo X y se completó en el XII.
Iglesia de San Acisclo y Santa Victoria en Sorède (Francia)
Todavía en Francia, y en una ciudad de la importancia de Perpignan, todo un barrio lleva el nombre de «Sant Assiscle» (sic), aunque, por lo que se puede ver en internet, es un distrito con alto porcentaje de población marginal y de elevada inseguridad ciudadana (en algún sitio he visto que lo comparan con el Molenbeck de Bruselas). En dicho barrio hay una parroquia que lleva el mismo nombre, pero es de muy reciente construcción.

En Cataluña

Llevan también el nombre de nuestro patrón varios pueblos de Barcelona; en la comarca del Maresme se halla San Acisclo de Vallalta (en catalán, Sant Iscle de Vallalta), que cuenta menos de dos mil habitantes; por cierto, el pasado 1 de octubre los parroquianos, para despistar a la Guardia Civil el día del referéndum, convirtieron la sala de votación «como por arte de magia», según un periódico local, en un campeonato de dominó, ya que lo tenían todo preparado para cuando llegaran los agentes. No deja de ser curioso que, en un pueblo catalán con nombre de santo cordobés, se haya utilizado el dominó como tapadera.
Iglesia de San Acisclo y Santa Victoria en la Bages (Gerona)
Por su parte la comarca del Bagès, también en la provincia de Barcelona, tiene cerca de Manresa una pequeña aldea llamada Sant Iscle de Bages, donde hay una iglesia de «Sant Iscle i Santa Victòria»: se trata de un interesante templo cuyo nombre aparece ya documentado en el año 950. De la misma época es una pequeña y sencillísima ermita de «Sant Iscle i Santa Victòria» que hay en Sabadell.

Llevan el nombre de Sant Iscle dos castillos, actualmente en ruinas, en las localidades de Vedreres y Santa Pau, ambos en la provincia de Gerona. También en esta provincia hay algunos negocios que llevan que llevan este título como nombre comercial: en Sant Feliu de Pallerols hay una empresa de jardinería y viveros, y en Breda una granja.

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